Volvemos al mar aprovechando el eterno veranillo de San Miguel (o del santo que toque) y que nos está dejando un mes de Noviembre más que soleado y con unas temperaturas muy agradables, pese a que ello conlleva una falta de la muy necesaria lluvia 😞
La temperatura del agua ya ha bajado, pero aún aguanta en unos 15/16ºC en superficie, lo que implica que con un buen neopreno, en mi caso peto + chaqueta de 5 mm de espesor, podemos aguantar bien hasta que se nos agota la batería de la cámara, más cuando vamos sin plomos, por lo que es prácticamente imposible hundirse en el agua. 😉
Y vamos a hablar de uno de los lábridos más comunes del Mediterráneo, la doncella o coris julis, uno de los clásicos de la zona de rocalla.
La doncella es un pez bastante vistoso, sobre todo si podemos obervar ejemplares macho adultos, que presentan una librea de color muy interesante. Como se puede ver en las fotos que pude tomar, los ejemplares o bien eran juveniles, o hembras, o machos con los colores apagados, posiblemente por la temperatura. Si miramos por internet, un macho en plena explosión de colores tiene este llamativo aspecto.
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| Coris julis by Patzner, R. |
Ni que decir que quedaría espectacular en nuestros charcos!
Otra de las curiosidades que me he topado con esta especie, es que hay zonas donde se pueden observar numerosos grupos de doncellas, junto con tordos y fredis y otras especies propias de la rocalla, mientras que en otras zonas no hay ninguna. Algo que me resulta un poco extraño.
Es un pez muy activo y que se suele dejar observar bastante cerca, además suele nadar en pequeños grupos, por lo que la diversión está asegurada.
Os dejo una ficha completa de nuestra bella doncella con los datos más relevantes.
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