Volvemos a la carga con nuestras fichas de avistamientos de snorkel, mientras esperamos que lleguen temperaturas más suaves para que podamos volver al agua sin congelarnos demasiado. En esta ocasión toca hablar de uno de los habitantes más carismáticos de nuestro Mare Nostrum: el pulpo.
Si no habéis visto el documental de Netflix Lo que el pulpo me enseñó. os lo recomiendo encarecidamente, pues en esta cinta se explican un sinfín de curiosidades de este inteligente habitante de las profundidades.
Esquilmado al máximo en nuestras costas por su valor gastronómico, el pulpo sobrevive a pescadores, contaminación y depredadores gracias a su gran inteligencia y, aunque esta declarado en un estado de conservación como preocupación menor, sin duda su presencia ha disminuido mucho en muchas zonas costeras.
No obstante, es un animal fácil de ver si nos alejamos un poquito de la playa y, sobre todo, si no es época veraniega en la que las playas están a reventar. En nuestra última salida de snorkel, en noviembre pasado, pude ver un par de ellos deambular por el fondo marino. Pese a ser un animal de lo más común, nunca deja de ser hipnótico observar sus suaves movimientos en libertad.
Particularmente, a mí cada vez me "duele" un poco más comer pulpo o sepia, pese a que reconozco que son deliciosos, porque verlos en libertad es un deleite y, conocido su nivel de inteligencia, siempre me da una puntada en el corazón el verlos en un plato.
De momento, aún podemos disfrutarlos en libertad con cierta facilidad, así que esperemos que todo vaya a mejor y sigamos regocijándonos de la visión de esta intrigante especie.
Os dejo una ficha con toda la información relativa al pulpo común.
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