Nada más acceder al recinto y bajar las escaleras de acceso, nos encontramos con unos de los animales marinos más deleitantes para su contemplación: las temidas medusas, también llamadas aguamalas, malaguas, aguavivas, aguacuajito, aguacuajada, o lágrimas de mar. Son animales marinos pelágicos, con forma de sombrilla, con la boca en el extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidocitos (gracias Wikipedia por existir).
Un bicho al que se llame "malo" nos da una idea de que su relación con el humano (¿bichobueno?) no es de lo más fluida. Y es que al tener esas células urticantes en sus tentáculos y la mala costumbre de aparecer en muchas playas en verano compartiendo el espacio, es bastante complicado que nos llevemos bien del todo.
Desde hace unos años, se han puesto a la venta pequeños medusarios diseñados para mantener un pequeño número de algunos ejemplares, que como la aurelia aurita, la medusa más común para la acuariofilia doméstica. Sin duda muy tentador.
En el Oceanogràfic, gracias a sus grandes instalaciones, podemos ver y obserbar otras especies mucho mayores y más espectaculares, que harán las delicias de todos los aficionados al mundo marino.
Aquí os dejo un vídeo de la zona de medusas donde se pueden obervar varias especies.
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