Hypostomus plecostomus: Mi experiencia y ficha.


Sin duda estamos ante uno de los peces con más mala praxis por parte de muchísimas tiendas que con total impunidad y falta de respeto lo han vendido a cualquier aficionado con el apodo de basurero; una especie de limpiador de detritus y cristales, básico en todo acuario, sin tener en cuenta sus particularidades de alimentación y el gran tamaño que pueden llegar a alcanzar. Hay por internet multitud de acuarios de 30 litros con plecos que no pueden ni siquiera moverse.

No obstante, para aquellos que quieran apreciar esta maravilla de pez en todo su esplendor, se le debe proporcionar un acuario de mínimo 1 m de largo, con bastante espacio libre para que una vez que alcance su tamaño adulto, pueda moverse con relativa libertad. Sólo el ver como nada de un lado a otro ya es un espectáculo.

Otro de los factores importantes a la hora de mantener estos loricaridos, es su alimentación. Ya sabemos que no comen heces de otros peces ni se alimentan de las algas de los vidrios, por lo que deberemos ofrecerles alimento variado, con aporte de verduras tipo calabacín, pastillas de fondo, espirulina... y, sobre todo, un tronco para que extraiga celulosa, un componente esencial en su proceso digestivo. Ver a uno de estos hermosos peces zampándose un calabacín es todo un espectáculo.


Yo donde he mantenido mejor este hermoso pez es en mi acuario de 300 L de cíclidos de Malawi, donde al tener un amplio espacio libre puede nadar y moverse con total tranquilidad. Además, por su tamaño y el amenazador aspecto cuando alza su aleta dorsal, los cíclidos no suelen hacerle mucho caso por la cuenta que les trae.

Un pez longevo, de buen tamaño, tranquilo y de una gran belleza que se disfruta a medida que va cogiendo tamaño.

Puedes ver la ficha del Hypiostomus Plecostomus en el siguiente enlace.

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