Nano 30L marino: El inicio

En junio de 2016, aprovechando mi cumpleaños, decidí embarcarme en un proyecto que hacía mucho tiempo tenía en mente: introducirme en el mundo marino.

Siempre que se oye hablar del acuario de agua salada, te asaltan dos mantras que siempre han venido ligados a este impresionante mundillo: el marino es muy difícil y el marino es muy caro.

Como de costumbre, ambas cosas tienen una parte de verdad y otra de convencionalismo. En lo referente a la segunda parte, la marca ICA tiene unos nanos que, pese a ser muy simples, son una excelente oportunidad para iniciarse a un módico precio. He aquí mi cubo de 30 litros:

Está muy limitado a efectos de luz (lleva 3 led blancos y 3 led de actinio) y el controvertido filtro hydra, que en teoría te permite evitar la fase del ciclado. Así que con el kit básico de iniciación, empezamos con el proyecto.

Dos cosas están muy claras: paciencia y asesoramiento antes de dar cualquier paso.

Así que aquí no entra ni sale nada hasta que no estemos seguro de que es una elección acertada y que tiene todo lo necesario para vivir cómodamente (dentro de sus limitaciones).

Siguientes pasos básicos:

1. Rellenar acuario: agua de ósmosis (al final unos 23-24 litros reales), y sal hasta llegar a la densidad que queremos.

Luego comprobé en la tienda con refractómetro (1.021), por lo que ya conocemos el error del densímetro. Ajustamos añadiendo sal para subirlo a 1.023 (1.022 reales).

También le eché bacterias que venían con el kit (ya que estaban, pues las aprovechamos...)

2. Arena coralina: como el chaval de la tienda ha vendido ya varios nanos, ha formateado un saco en porciones de kilo, lo que nos ha permitido ahorrarnos unas pelillas

3. Roca: yo tenía un par de rocas muertas de muy bajo peso específico y alta porosidad, que pesaban 650 gr, pero que ocupaban bastante volumen. A eso añadí 1.5 kg de roca viva (bastante más densa) para empezar a crear el ambiente necesario.

Solo eran 3 rocas, pero no veas las vueltas que le dimos

Finalmente, la cosa ha quedado así

Otra vista...

Y para acabar, una tercera.

La idea era tener un par de "terrazas" a diferentes alturas para colocar corales fáciles según las necesidades de luz.

Tocaba esperar unos pocos días a que se estabilizara y medir valores para seguir pasito a pasito y con calma.