Paseando por los espigones rocosos del Mediterráneo y rebuscando entre sus recovecos, no es difícil encontrar una de las actinias más comunes y bonitas de nuestra costa: el Tomate de Mar o Actinia Equina.
Normalmente por el día podemos verla como un bulto granate oscuro en las rocas, pero al llegar la noche, o cuando siente que hay comida cerca, sus tentáculos expandidos son una maravilla, y algo bastante complicado de ver en la naturaleza en nuestras concurridas playas.
Sin duda una maravilla autóctona que quedan espectaculares en nuestros reefs. Es todo un placer ver cómo extienden sus tentáculos cuando las alimentamos!
Debajo de la foto con luz azul tenéis su ficha.
Normalmente por el día podemos verla como un bulto granate oscuro en las rocas, pero al llegar la noche, o cuando siente que hay comida cerca, sus tentáculos expandidos son una maravilla, y algo bastante complicado de ver en la naturaleza en nuestras concurridas playas.
Sin duda una maravilla autóctona que quedan espectaculares en nuestros reefs. Es todo un placer ver cómo extienden sus tentáculos cuando las alimentamos!
Debajo de la foto con luz azul tenéis su ficha.
Ficha extraída de: Aquanovel
Las actinias equinas se mantienen normalmente en acuarios como sustitutos de anémonas, no obstante existen un parentesco entre ambos géneros, para alojo de especies de peces del género Amphiprion.
Las actinias pertenecen a la familia de los Actinidos dentro de la clase Anthozoo y el tipo Cnidarios.
Aunque no es una especie tropical se adapta perfectamente a las condiciones de temperatura y salinidad propias de acuarios de arrecife no siendo un factor decisorio para su correcto desarrollo de una iluminación especial ya que en estado salvaje pueden ser localizados individuos tanto en zonas de iluminación variable como en zonas de poca luz. Incluso es corriente que las actinias puedan encontrar su mejor posición de forma totalmente invertida o parcialmente incrustadas en grutas. Son especies que prefieren de ubicarse en fondos rocosos alejados de los oleajes fuertes. En el acuario se adaptará a las construcciones rocosas en donde buscará su ubicación más adecuada.
Su procedencia es mayoritariamente de las costas mediterráneas y del Atlántico nororiental, desde Rusia hasta África occidental. Indistintamente se pueden localizar en zonas rocosas con profundidades hasta los 20 metros y en zonas de litoral donde las mareas las dejan emergidas durante la bajamar. En está situación su supervivencia es posible gracias a su capacidad de retener agua en su interior.
Especie de cuerpo corto, altura media y disco basal muscular robusto con el que se fija al sustrato o construcciones rocosas. Posee seis coronas de tentáculos, cortos y gruesos en cuyo centro se encuentra la boca. Aunque habitualmente se habla de dos especies, aunquese desconoce si ambas son variedades de la misma especie. La primera de éstas es de color rojo purpúreo, incluyendo variedades que portan motas de diferentes color, con 192 tentáculos. La otra presenta una coloración amarronada o morado y 124 tentáculos de longitud menor a la anterior. Está última especie o variedad es la menos tropical de las dos.
Sus dimensiones son aproximadamente unos 4 cm de diámetro y de 5 a 6 de alto. Sus tentáculos son retráctiles permitiendo al animal recogerlos a voluntad presentando entonces una forma totalmente cerrada que asemeja en sus formas a un tomate lo que le vale el sobrenombre de tomate de mar. En esta situación de tentáculos retraídos se puede manipular con tranquilidad ya que no entraremos en contacto con las células urticantes.
Además de la diferencia en cuanto a coloración y número de tentáculos las actinias, que presentan individuos de ambos sexos, se diferencian también por que las rojizas son ovíparas mientras que las actinias de coloración marrón son vivíparos y sus retoños aparecen del todo formados normalmente coincidiendo con el aumento de las temperaturas. Como sucede con otros géneros de la clase Anthozoo la reproducción puede verse forzada por el peligro que presupone el animal de morir.
Son especies territoriales que compiten ferozmente por su zona de caza incluso con congéneres. Para ello se valen de las células urticantes que poseen alojados en unos sacos de color azulado. Este dato se deberá de tener muy en cuenta a la hora de su mantenimiento en acuario, sobre todo en aquellos tanques densamente poblados de invertebrados sésiles.
Su mayor actividad cazadora se produce en las horas de amanecer no siendo corriente que presente los tentáculos desplegados durante las horas de iluminación.
Su mantenimiento en acuario requiere que se le ofrezca alimento cada dos o tres días, a través de unas pinzas adecuadas o de una varilla, en forma de mejillones hervidos, trozos de gama o merluza en trozos finos. Estos últimos pueden ser ofrecidos crudos. En casos de animales que se muestren retraídos permanentemente y que nos hagan suponer que no han sido alimentados se debe forzar la introducción del alimento, con cuidado de no dañar al animal.
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